Una vez finalizado el proceso de
prospección, si es posible se trata de extraer los restos de la zona. Una vez extraído,
no hay vuelta atrás, no hay segunda lectura posible en su ambiente original.
Por eso es muy importante que antes de llevar a cabo la excavación se documente
o se registre todo enumerando los posibles objetos que se encuentren in situ. De ahí que las excavaciones sean consideradas como el
último recurso de la investigación y que cuando se lleven a cabo sean de forma
científica, sistemática y rigurosa.
En relación
con el patrimonio arqueológico submarino, se recomiendan desde organizaciones
internacionales unos criterios básicos a la hora de empezar una intervención. Recomiendan
excavar solo los yacimientos que estén en peligro por las nuevas
construcciones, por el expolio o por destrucción inminente. Aquellos que tienen
características históricas o culturales únicas, los que están a poca profundidad
frente a los que están más profundos y los que no tienen una estructura de
madera frente a los que la tienen.
La excavación
arqueología consiste en remover ordenadamente el terreno que se encuentra
depositado sobre los yacimientos, ocultando restos. Cuando se trata de barcos
hundidos, la excavación consta de dos fases: la excavación y recuperación del cargamento,
y el estudio del casco del barco que se conservará siempre in situ.
La técnica de
trabajo más habitual a la hora de trabajar bajo el agua, es la de crear una
referencia espacial en forma de cuadricula (ENCASILLADO). Dichas cuadrículas tienen,
en su mayoría, una parte rígida de hierro, aluminio o PVC con perfil de aluminio.
A esta parte rígida se le añaden cabos formando cuadrados más pequeños (de un
metro por un metro) delimitando así las zonas de trabajo. A su vez, se suelen crear otras retículas más
pequeñas con subdivisiones de diez por diez centímetros. Este entramado de
cabos forma la referencia espacial horizontal, mientras que la referencia
vertical, la cota o profundidad, estará referida a un plano imaginario horizontal
formado por la propia profundidad de la cuadricula.
Cuando ya se
hayan realizado las referencias entonces se comienza con la excavación. Es muy
frecuente encontrar los naufragios completamente cubiertos por una capa de
vegetación o una costra de coral, según los mares. Bajo esta capa,
se suele encontrar un sediento mucho más suelto y deleznable de arena, fango,
cascajo o tierra compacta hasta llegar al primer estrato fértil del yacimiento.
Para retirar este tipo de sedimento es necesario el empleo de la manguera de
succión, la chupona.
Los sedimentos se retiran con sumo cuidado, pues forman
parte del yacimiento, y pueden contener pequeños objetos que no se deben pasar
por alto. Por eso se emplea un tamiz o rejilla antes de acumularlos en una zona
de la excavación en la que no estorben al trabajo arqueológico.
Los objetos arqueológicos y las partes del
casco que pudieran aparecer se documentan antes de ser extraídas y subidas a la
superficie.
Bibliografía:
- León Amores,C.. (2003). Metodología de la arqueología subacuática. abril 17, 2019, de Fundación ICASUR Sitio web: http://www.icp.pr.gov/wp-content/uploads/2018/06/metodologa-subacutica.pdf
- CEPOAT. (Desconocido). Excavación. abril 17,2019, de Wordpress Sitio web: https://www.um.es/cepoat/arqueologiasubacuatica/?page_id=471
- Imagen 1 (encasillado) y también como fuente de trabajo: Anónimo. (2014). Arqueología Subacuática: La excavación arqueológica. abril 17, 2019, de Blogger Sitio web: http://ticumuarquamuseoruiz.blogspot.com/2014/01/arqueologia-subacuatica-la-excavacion.html
- Imagen 2: Anónimo. (2015). La Arqueología Subacuática. abril 17, 2019, de CBS Sitio web: http://www.buceosureste.com/es/noticias/197-la-arqueologia-subacuatica.html
- Imagen 3: Imágen tomada en la excavación del pecio de Camposoto (San fernando, Cádiz).cva.itesm.mx/biblioteca/pagina_con_formato_version_oct/apa.htm
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