miércoles, 24 de abril de 2019

Excavación


Una vez finalizado el proceso de prospección, si es posible se trata de extraer los restos de la zona. Una vez extraído, no hay vuelta atrás, no hay segunda lectura posible en su ambiente original. Por eso es muy importante que antes de llevar a cabo la excavación se documente o se registre todo enumerando los posibles objetos que se encuentren in situ. De ahí que las excavaciones sean consideradas como el último recurso de la investigación y que cuando se lleven a cabo sean de forma científica, sistemática y rigurosa. 



En relación con el patrimonio arqueológico submarino, se recomiendan desde organizaciones internacionales unos criterios básicos a la hora de empezar una intervención. Recomiendan excavar solo los yacimientos que estén en peligro por las nuevas construcciones, por el expolio o por destrucción inminente. Aquellos que tienen características históricas o culturales únicas, los que están a poca profundidad frente a los que están más profundos y los que no tienen una estructura de madera frente a los que la tienen.



La excavación arqueología consiste en remover ordenadamente el terreno que se encuentra depositado sobre los yacimientos, ocultando restos. Cuando se trata de barcos hundidos, la excavación consta de dos fases: la excavación y recuperación del cargamento, y el estudio del casco del barco que se conservará siempre in situ. 



La técnica de trabajo más habitual a la hora de trabajar bajo el agua, es la de crear una referencia espacial en forma de cuadricula (ENCASILLADO). Dichas cuadrículas tienen, en su mayoría, una parte rígida de hierro, aluminio o PVC con perfil de aluminio. A esta parte rígida se le añaden cabos formando cuadrados más pequeños (de un metro por un metro) delimitando así las zonas de trabajo.  A su vez, se suelen crear otras retículas más pequeñas con subdivisiones de diez por diez centímetros. Este entramado de cabos forma la referencia espacial horizontal, mientras que la referencia vertical, la cota o profundidad, estará referida a un plano imaginario horizontal formado por la propia profundidad de la cuadricula.











 


Cuando ya se hayan realizado las referencias entonces se comienza con la excavación. Es muy frecuente encontrar los naufragios completamente cubiertos por una capa de vegetación o una costra de coral, según los mares.  Bajo esta capa, se suele encontrar un sediento mucho más suelto y deleznable de arena, fango, cascajo o tierra compacta hasta llegar al primer estrato fértil del yacimiento. Para retirar este tipo de sedimento es necesario el empleo de la manguera de succión, la chupona.


Los sedimentos se retiran con sumo cuidado, pues forman parte del yacimiento, y pueden contener pequeños objetos que no se deben pasar por alto. Por eso se emplea un tamiz o rejilla antes de acumularlos en una zona de la excavación en la que no estorben al trabajo arqueológico.

Los objetos arqueológicos y las partes del casco que pudieran aparecer se documentan antes de ser extraídas y subidas a la superficie.


Bibliografía:
Irene Pérez Yusta, 2ºbachillerato IES ALPAÉS
 

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