PROYECTO NAUTILUS: La contaminación marítima, un riesgo a nivel global

miércoles, 17 de abril de 2019

La contaminación marítima, un riesgo a nivel global

Durante nuestra ruta por el parque, atravesamos un fragmento de costa el cual puso de manifiesto el pésimo mantenimiento de algunas playas, y sobre todo, el gran problema que representa la contaminación por plásticos y otras sustancias residuales a nivel marítimo. En todo el mundo, se liberan al año 7 millones de toneladas de residuos en océanos, de la cual los plásticos representan un 60%.

Imagen 1: Colecta de basura en la playa de San Pedro
del Pinatar

Existen una gran multitud de contaminantes que son liberados de forma indiscriminada en nuestros océanos, entre los que destacan la basura, la cual representa un daño mayor para las costas, donde ésta tiende a acumularse causando una pérdida del atractivo turístico de éstas y dificultando la vida de los animales que en ellas viven; las aguas residuales, las cuales provocan un enriquecimiento excesivo del agua evitando el desarrollo de las especies marítimas a causa de un déficit de oxígeno, y que también producen la infestación del agua mediante microorganismos patógenos los cuales son dañinos tanto para la fauna local como para los bañistas; los derrames y la extracción petrolífera, los cuales pueden causar tanto la muerte de gran cantidad de animales como la pérdida de biodiversidad, añadiendo a esto el daño irremediable realizado a los lechos marinos mediante la perforación; la acumulación de sedimentos, la cual surge a causa de prácticas agrícolas en zonas costeras, y que origina el enturbiamiento del agua y la erosión de las costas tan perjudiciales para la vegetación; los depósitos de metales pesados, como el mercurio y el plomo, y más importantemente, los plásticos, los cuales representan el mayor riesgo debido a su carácter tóxico y su lenta degradación.

Imagen 2: Ciclo que realizan los plásticos desechados en
los océanos, ya sea por ahogamiento o ingestión

Los plásticos, a su vez, se dividen en dos categorías: los macroplásticos y los microplásticos, los cuales quedan separados por un límite de 5 mm y que representan un gran riesgo no solo para los animales, quienes sufren el riesgo de morir ante la ingesta de éstos materiales, sino para nosotros, que somos los principales consumidores de productos marinos en el planeta. Los principales tipos de plásticos contaminantes son el poliestireno, el polietileno y el polipropileno.

A raíz de ésta contaminación marítima, surgen una serie de consecuencias entre las que destacan la diseminación de plásticos, influida por las mareas y temporales, que provoca que los plásticos disgregados en el agua alcancen las costas de zonas no afectadas por el consumo industrial; la muerte de criaturas, que se puede dar mediante el ahogamiento con plásticos o el ya mencionado consumo involuntario de éstos, y en casos extremos, vinculados a los macroplásticos, el surgimiento de estructuras móviles de tamaño considerable como la denominada “isla de basura” del Pacífico: un conglomerado flotante de residuos de una extensión de 700000 km². En un ámbito más cercano, la contaminación humana por ingestión involuntaria de plásticos da lugar a cuadros patológicos como alergias, asma y problemas respiratorios, y desequilibrios hormonales graves.

Imagen 3: Trayectoria realizada por la Isla de Basura del
Pacífico norte

En última instancia, si buscamos combatir la destrucción de nuestras costas y océanos, existen una serie de medidas a tomar, entre las que cabe señalar la sustitución de los plásticos convencionales (ftalatos, y los tres plásticos anteriormente mencionados) por bioplásticos/plásticos degradables como el polivinil-alcohol o el ácido poliláctico; la creación de una legislación que sancione la liberación de plásticos en costas y aguas libres, y sobre todo, la incentivación en la población de un menor consumo de productos que contengan plásticos, ya sean alimentos, prendas de ropa, etc.

Bibliografía