PROYECTO NAUTILUS: Explotación de las Salinas de San Pedro

jueves, 25 de abril de 2019

Explotación de las Salinas de San Pedro

El Parque Regional de las Salinas de San Pedro, como zona de explotación salina encuentra su origen en la segunda mitad del siglo XVIII. Según pudimos conocer en nuestro viaje, el origen de las salinas, antes de ser explotadas, se remonta a una antigua laguna denominada Laguna de Patnia, en la que se practicaba la pesca durante los siglos XIV y XV, no obstante, la acumulación progresiva de sedimentos favoreció su actual función como zona de explotación salina. Hoy en día las salinas de San Pedro son las más extensas y productivas de las existentes en el litoral mediterráneo y una de las más importantes a nivel nacional.

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Con el objetivo de aprovechar la mayor parte de la zona productora de sal, nos explicaron que el agua es conducida por un circuito que recorre tres tipos de balsas, cada una con una función diferente y todas ellas separadas por unos muros de piedra cubiertos de arena y arcilla a los que conocían comúnmente como "motas".

Balsas almacenadoras: Contienen agua del Mar Menor ya que posee un agua con una mayor concentración salina que el mar Mediterráneo, concretamente, el estanque tiene una concentración aproximada de 36 a 150 g/l, lo que hace al estanque un medio apto para la vida de algas. Antiguamente, el agua era extraída mediante dos molinos denominados molino de la Calcetera y molino de Quintín, hoy en día estos molinos han sido sustituidos por unos modernos motores que introducen el agua en la primera balsa denominada Charco Grande
Balsas calentadoras: Los estanques con función calentadora tienen una menor superficie y profundidad que las anteriores; esto permite por acción del sol, la evaporación sea más intensa, aumentando de esta forma la concentración de sal que pasa de 36 a 150 g/l a 150 a 190 g/l. Desde el punto de vista de la vida, esta agua es de unas condiciones bastante duras a las que logra sobrevivir un pequeño crustáceo denominado artemia que sirve como alimento de numerosos peces y aves.
Balsas cristalizadoras: Este es el tercer y último estanque en el que como su propio nombre indica se produce la cristalización de la sal común (NaCl), la cual se va depositando en el fondo de los estanques. En este ambiente la vida solo es compatible con unas bacterias que sobreviven a las condiciones de alta salinidad del medio y que aportan ese característico color rosa de las balsas cristalizadoras de sal.

Por último, la recogida de la sal se realiza durante septiembre y octubre, tras el largo período de verano en el que la evaporación del agua ha sido bastante más sencilla; finalmente la sal se acumula en montañas para su posterior lavado con agua salina. Tras este lavado la sal se deja secar, se desmenuza y se envasa para su comercialización.