Vinculado
al anterior artículo sobre el flamenco, se ha mencionado en
determinadas ocasiones a la artemia salina (Artemia
sp.)
como su principal fuente de alimento y pigmentación. No obstante,
este crustáceo perteneciente al género Anostraca
destaca por tener un amplio uso para alimentación de peces y otras
criaturas en el ámbito de la acuicultura, así como por tener un
curioso ciclo reproductor y la capacidad de entrar en criptobiosis
(anulación
parcial o total de una o varias funciones vitales) de forma similar a
organismos extremófilos.
Imagen 1: Representación del dimorfismo sexual de la artemia salina. |
A
nivel morfológico, la artemia es un pequeño crustáceo branquiópodo
con una longitud de entre 10 y 15 mm, el cual está dotado de un
cuerpo segmentado en 20 secciones con 10 pares de apéndices. Por
otro lado, su cuerpo tiene un recubrimiento blanco a su alrededor, de
forma similar a un caparazón, el cual queda dividido en tres
secciones principales: el abdomen, el tórax y la cabeza. Igual que
los animales tratados en los anteriores artículos, la artemia salina
presenta un marcado dimorfismo sexual, evidenciado por la presencia
de un tórax delgado y pinzas en la cabeza en machos, las cuales
facilitan la capacidad de apareamiento, mientras que en hembras
podemos observar un tórax amplio y la presencia de un saco ovular al
final del abdomen, donde se fecundarán los huevos y se realizará la
puesta o gestación de los embriones.
Imagen 2: Distribución geográfica de la artemia en la Península Ibérica |
La
distribución geográfica de éste crustáceo es extensa,
encontrándose en lagos hipersalinos a lo largo de todo el globo.
Ésta capacidad de diseminación viene dada por su capacidad de
entrar en criptobiosis, por la cual la artemia inactiva sus funciones
vitales para convertirse en un quiste capaz de vivir en
deshidratación hasta entrar en contacto con un nuevo cuerpo acuoso.
Los principales vectores de transmisión son las aves acuáticas
migratorias, en concreto los flamencos, pero el ser humano también
ha intervenido en su dispersión gracias a la gran cantidad de
aplicaciones en piscicultura que ésta ofrece como alimento para
peces filtradores y crustáceos. En cuanto a las principales
concentraciones de artemia en el mundo, destaca el Parque Estatal del
Gran Lago Salado (“Great Salt Lake”) en Utah, EEUU, si bien
destaca su aparición en grandes masas de agua como el Mar Caspio. En
el caso de la península Ibérica, es posible encontrarla en la gran
totalidad de sus costas y hasta en zonas del interior, destacando
lugares como Cádiz, Sanlucar de Barrameda, el Cabo de Gata, el Delta
del Ebro o las orillas del Mar Menor.
En
lo referente a su hábitat, la artemia puede desarrollarse en
cualquier medio acuático en el que exista un índice de salinidad,
el cual puede variar tan drásticamente desde un 3% a un 30%. Por
otro lado, la artemia es capaz de vivir en lagos donde la
concentración de sal es casi del 50% (cercana a la saturación)
gracias a su desarrollado sistema de osmorregulación, el cual
comienza a fallar en zonas saturadas a raíz del desequilibrio
iónico. Así mismo, ésta también es capaz de adaptarse a las
fluctuaciones térmicas, pudiendo habitar en zonas que van desde los
6º a los 37º grados centígrados.
Imagen 3: Ciclo reproductivo de la artemia |
Uno
de los aspectos más notorios de la artemia es su ciclo reproductor,
el cual consta de cinco fases en las cuales deben cumplirse una serie
de condiciones vinculadas a la temperatura y el entorno. En la
primera fase de éste proceso, los huevos denominados quistes, son
liberados y entran en el estado de latencia/criptobiosis antes
mencionado hasta alcanzar una temperatura favorable de en torno a
unos 25º, en la cual son capaces de eclosionar liberando las larvas
de artemia, denominadas nauplios. A continuación, el nauplio
emergerá del huevo y comenzará a adaptarse al medio, utilizando el
saco vitelino al que se encuentra unido para alimentarse hasta la
adultez. Una vez el saco ha sido consumido, la artemia comenzará a
alimentarse de pequeñas algas y materia en descomposición, y
comenzará a diferenciarse sexualmente, desarrollando las pinzas o el
saco ovular previamente mencionado. Por último, tendrá lugar la
fase de fecundación, en la cual el macho se une saco ovular de la
hembra mediante sus pinzas para liberar el esperma, llegando a
fecundar cientas de crías de forma diaria. Por otro lado, la artemia
también cuenta con la capacidad de reproducirse por partenogénesis,
dando lugar a descendencia sin tener lugar el proceso de fecundación.
No obstante, éste procedimiento únicamente da lugar al nacimiento
de hembras, lo cual se podido observar en el estudio de determinadas
poblaciones.
Bibliografía
- Artemia salina. (2019). Retrieved from https://animaldiversity.org/accounts/Artemia_salina/
- Artemia salina | Zootecniadomestica.com. (2019). Retrieved from http://www.zootecniadomestica.com/artemia-salina/
- LA ARTEMIA SALINA. (2019). Retrieved from https://atlas.portalpez.com/fichas/threads/la-artemia-salina.3282/
- La Artemia salina, una exquisitez para tus peces de acuario. – Blog de Acuariofilia, Biología y Medioambiente (Antonio Castro). (2019). Retrieved from http://acubiomed.com/la-artemia-salina-una-exquisitez-para-tus-peces-de-acuario/
- Mateos, C. (2019). Ciclo de vida de la Artemia. Retrieved from https://www.aquariavirtual.com/blog/alimento-marino/3-ciclo-de-vida-de-la-artemia
Realizado por: Javier Santos, 2ºBC
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