PROYECTO NAUTILUS: Posidonia Oceánica, la filtradora de los mares

miércoles, 17 de abril de 2019

Posidonia Oceánica, la filtradora de los mares

Imagen 1: Distribución geográfica de la planta a lo largo
del mar Mediterráneo

Durante nuestra ruta por el parque, y durante las vacaciones de muchos en el Levante, es posible observar en las costas la aparición de unas esferas fibrosas formadas por plantas muertas. Éstos restos provienen de la planta conocida como Posidonia Oceánica, una fanerógama (planta superior; posee raíz, tallo y flores) endémica del Mediterráneo la cual es conocida por formar extensas praderas submarinas sobre lechos rocosos a bajas profundidades, que actúa como bioindicador de baja contaminación, debido a sus exigentes condiciones de crecimiento, y que desarrolla un gran papel en la oxigenación del agua y la provisión de hábitat a determinadas criaturas marinas.

Imagen 2: Morfología de la Posidonia,
señalando sus partes más representativas

A nivel fisiológico, ésta planta se caracteriza por el crecimiento a profundidades someras, que van de los 0'5 a los 40 metros, la cual crece en forma de haces formando un lecho de extensiones de hasta 1000 plantas/m². Estos haces están formados por un tallo rígido y leñoso de unos 60 cm, y unas hojas en forma de cinta que pueden ir desde los 50 a los 150 cm. Su fruto, similar a una aceituna, contiene una semilla (hueso) en su interior, y es diseminado por las mareas hasta asentarse en lecho marino o en la arena para dar lugar a un nuevo individuo. Por otro lado, ésta planta tiende a acumularse como residuo en la superficie de las costas levantinas a consecuencia de la acción de las mareas y los temporales, formando pilas de hojas conocidas como “arribazones”, o las conocidas “pelotas de mar”, las cuales están formadas por un mezcla de arena y fibras del tallo. A diferencia de los organismos de artículos previos, la Posidonia no es una extremófila, prefiriendo las cristalinas aguas del mar a cuerpos de agua de alta salinidad.

Un aspecto interesante de ésta planta es su ciclo reproductor, el cual puede variar entre una reproducción sexual o asexual en función de la estación. La reproducción asexual, que es el mecanismo preferido por la planta, se da a lo largo de todo el año, y consiste en el uso de rizomas: tallos subterráneos de crecimiento horizontal que enraízan, dando lugar a nuevos individuos. Por otro lado, la reproducción sexual únicamente se da en la época de floración, que suele tener lugar en los últimos meses del año. Las flores, que son hermafroditas, se fecundan en grupos dando lugar a los frutos, que suelen arribar a las costas entre los meses de abril y junio.

Quizás uno de los aspectos más importantes de la Posidonia es la beneficios que proporciona a su ecosistema, gracias a ser el principal productor primario de materia orgánica, nutrientes y oxígeno de su entorno. Entre sus numerosas aportaciones, destacan su función como asentamiento para peces, crustáceos y otras criaturas, al proveerlas de cobijo y alimento; su ya mencionado papel como oxigenadora, llegando a producir la increíble cantidad de 14 litros de oxígeno diarios por m² de plantas, y su reducción de la sedimentación y erosión marítima en las costas mediante la formación de barreras defensivas. Así mismo, sus residuos también gozan de utilidad, pues los arribazones apilados en las costas dotan a ciertos crustáceos de comida, e incluso a aves como el Chorlitejo Patinegro (Charadrius alexandrinus) de lugar de anidamiento. Por último, ésta planta también ha gozado de un interés comercial en distintos momentos de la historia, cuando se ha utilizado con fines como la elaboración de mobiliario (camas, por ejemplo) o como producto en medicina tradicional (sin tener beneficios comprobados).

Imagen 3: Caulerpa taxifolia, principal especie invasora
que está causando el desplazamiento y desaparición de
Posidonia Oceánica en el Mediterráneo

No obstante, ésta planta se encuentra seriamente amenazada a día de hoy por diversos factores, entre los que destacan la contaminación y enturbiamiento de las aguas, la cual puede deberse a la acumulación excesiva de sedimentos o el vertido de basura y productos tóxicos en el mar; el amarre de embarcaciones al lecho marino, el cual produce daños en el sustrato en que se desarrolla la planta; la acción humana, como la construcción de puertos en las orillas o la pesca de arrastre a bajas profundidades; la extracción industrial de arena, que contribuye al citado enturbiamiento, y la llegada y asentamiento de especies invasoras, entre las que destacan el alga Caulerpa Taxifolia, especie proveniente de regiones tropicales la cual está eliminando a la Posidonia gracias a su facilidad de adaptación a cualquier sustrato y a la secreción de una toxina dañina tanto para plantas como para animales, y la Lophocladia lallemandii, la cual daña el ecosistema béntico debido a su rápido crecimiento y expansión, provocando la eliminación del resto de vegetación.

Bibliografía