Todos nosotros somos conscientes de la riqueza cultural que abarca el fondo marino como Patrimonio Cultural Subacuático, pues él mismo es testigo tanto de asentamientos humanos como de ruinas, pecios de navíos hundidos y que yacen en él, del aumento del nivel del mar o de los cambios en la disposición de las placas oceánicas como pueden ser el hundimiento de tierras o simples terremotos. Por todo ello, es muy importante la conservación de este patrimonio, así durante el proceso de prospección una de las fases es la excavación, ese a ellos, no todos los yacimientos son excavados, sólo aquellos que tienen altas posibilidades de ser expoliados o destruidos de forma inminente entra las causas más comunes.
El pillaje o expolio que llevan a cabo empresas privadas, normalmente denominados "cazadores de tesoros" es la principal amenaza para la conservación del legado cultural subacuático. Por esta razón algunos equipos de investigación de arqueología subacuática centran toda su atención en yacimientos que han sido excavados con fines lucrativos.
Tal vez, uno de los casos más conocidos sea el de los Navíos de Nuestra Señora de Guadalupe y el Tolosa que fueron expoliados en 1975 por el caza tesoros Tracy Bowden y más tarde estudiados por equipos españoles especializados. Se sabe que estos pecios fueron expoliados debido al rastro de restos materiales que se han usado para ello, como lo son las mangas de succión abandonadas.
Navío de Nuestra Señora de Guadalupe |
Sin embargo muchos de los objetos que estos portaban estaban ocultos bajo las tablas del casco, y así pasaron inadvertidos ante los cazatesoros que desconocían la estructura pues no estaban especializados en prospecciones como un arqueólogo está.
Gracias a esta investigación llevada a cabo, se logró proporcionar información exclusiva acerca de la construcción de estos barcos, pues pese a que algunos cargamentos estaban expuestos, otros no, y eso se debía a la disposición en la construcción del mismo.
Hasta incluso se hallaron restos de huesos bastante bien conservados de animales que para los busca minas no tenían valor ninguno.
Otro gran y antiguo ejemplo es, el caso de los 3 navíos holandeses que pretendían conquistar Manila y sin embargo se fueron a pique en Isla Fortuna: el Eendrecht, Hope y Mauritius. A diferencia del anterior caso, en este, el cazatesoros Frank Goddio encontró el pecio en 1991 y excavó todo el cargamento de carácter valioso, (porcelana, joyas, monedas, armas y cañones), todo ello sin realizar ningún tipo de estudio acerca del buque. Así pues, bajo 50 metros de agua, yace un pecio inservible para la ciencia arqueológica.
Partida de los 3 barcos holandeses |
Bibliografía:
Lara U, 2º Bachillerato IES ALPAJÉS
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