jueves, 2 de mayo de 2019

LA FOCA DE WEDDELL

La foca de Weddell es un miembro de la familia Fócidos capaz de hundirse más de 500 metros y permanecer bajo el agua más de 70 minutos. Se sumerge tantos metros ya que a 15 metros del suelo oceánico se encuentra el principal componente de su dieta, el gran bacalao antártico Dissostichus mawsoni. Pesan en torno a los 350-450 kg y soportan temperaturas inferiores a -1,9 grados Celsius.
A pesar de las dificultades que supone el oxígeno durante el buceo, esta foca almacena gran cantidad (casi el doble por kilo de peso que un humano), y  conserva alrededor del 25% de oxígeno en los músculos, un 5% en los pulmones y un 70% en la sangre. Además, la sangre de la foca contiene gran cantidad de hemoglobina al comienzo de la inmersión gracias al bazo, que almacena glóbulos rojos de la sangre ricos en oxígeno cuando respiran aire en la superficie y los inyecta en la circulación cuando se sumerge. También ha ideado, al igual que otros animales buceadores el llamado “reflejo del buceo”, que consiste en que le cerebro reconoce cuando el ser vivo está bajo el agua y si éste deja de respirar se produce bradicardia (un relentizamiento del ritmo cardíaco debido a un posible estrechamiento arterial).
Las glándulas suprarrenales, al igual que la placenta reciben un flujo normal de sangre, pero, en ocasiones, cuando ignoran el tiempo que estarán bajo el agua, éstas reducen el flujo sanguíneo a ciertos órganos incluido el sistema muscular. Todo esto es para que en caso de agotarse el oxígeno almacenado, los músculos obtengan energía conmutando a un metabolismo aerobio que aumenta los  niveles de ácido láctico. En cuanto a la presión del nitrógeno, deja de aumentar cuando las focas alcanzan una profundidad de 40 metros, lo que indica que los pulmones ya no liberan gas a la sangre. Sin embargo, realmente ocurre un plegamiento que limita la cantidad de nitrógeno que puede penetrar en la sangre durante la inmersión, y con ello protegerse de la narcosis y la embolia gaseosa.
Por otra parte, cuando la foca se aventura en una excursión de alimentación, la respuesta de inmersión se modifica. Se frena el ritmo cardíaco, pero es más variable, acelerándose cuando la foca nada más deprisa. Además, los músculos continúan fiando en el metabolismo anaerobio; y aparentemente, siguen recibiendo algo de sangre, señal de que se modula la constricción vascular.
Todo esto, da a entender que al principio de la inmersión la foca parece "decidir" si su inmersión será larga o corta, y si recurrirá o no a medidas ahorro de oxígeno.


Bibliografía: 
Fuentes consultadas: M.Zapol, W. (s.f.). Adaptaciones al buceo de la foca de Weddell.       

Imágen: Foca de Weddell. (2019). [Image]. Retrieved from http:/hablemosdepeces.com/wpcontent/uploads/2017/05/foca-de-weddell5-1024x675.jpg

Marta G., 2ª Bachillerato  IES ALPAJÉS

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