El Mar Menor, está sometido a
una fuerte degradación que se ha producido especialmente en los últimos 50
años, por la intensa actividad humana, principalmente desarrollo urbanístico
debido al turismo y a las infraestructuras asociadas a este, aunque también ha
afectado el gran desarrollo de la agricultura intensiva y la minería, todo ello
en un espacio relativamente pequeño.
A principios del siglo pasado, el Mar Menor no era un lugar turístico,
existía un pequeño Hotel Balneario en Los Alcázares, fundado en 1904 y el club
de Los Nietos, construido en 1954. Fue Tomás Maestre Aznar quien se hizo con la
titularidad de La Manga del Mar Menor y comenzó el desarrollo urbanístico de la
zona, construyendo edificios de mas de veinte pisos y comenzó el boom turístico
a mediados de los sesenta. La propuesta de Maestre y su arquitecto Bonet, era
equilibrada y contemplaba la sostenibilidad y conservación del paisaje.
Plan
de ordenación de La Manga del Mar Menor y San Javier de 1961.
La crisis de los años setenta dio lugar a un desarrollo urbanístico
descontrolado aumentado por una falta de control por parte de las diferentes
administraciones que llevaron a la zona a un enorme deterioro ambiental. La mala urbanización ha hecho que desaparezca la franja de
dunas y que las tierras próximas al mar sean muy inestables.
Este deterioro de la zona está
llevando a una pérdida de turismo en el Mar Menor. Se producen vertidos
constantes a la laguna, mareas de medusas por los vertidos de fitosanitarios
del campo de Cartagena, mala depuración de las aguas, mal funcionamiento del
alcantarillado que no está preparado para la avalancha de turistas y provoca
malos olores. Esto lleva a que numerosas organizaciones ecologistas estén
exigiendo a las autoridades medidas para la recuperación de la zona tanto desde
el punto de vista medioambiental, como económico.
En cuanto a la agricultura, el problema es la agricultura intensiva que
se da en toda el área agrícola del campo de Cartagena que utiliza una gran
cantidad de productos químicos y drena sus aguas hacia el Mar Menor. Como
consecuencia de los vertidos, se produce la eutrofización que se ve acentuada
en los meses de verano. Se produce un aumento en la concentración de compuestos
de nitrógeno que hace que se de un crecimiento muy rápido de algas que produce
desequilibrios en el ecosistema acuático por pérdida de luz y oxígeno. Este
tipo de contaminación se ha visto agravada desde que se hizo el trasvase
Tajo-Segura, ya que la superficie de regadío aumentó en un 141%. En el año
2001, debido a la eutrofización el Mar Menor fue declarado Zona Vulnerable, se
produjo un aumento de medusas en las playas y a pesar de que suponen un problema para los bañistas, las medusas regulaban el ecosistema ya que controlan los elevados niveles de fitoplancton.
La
eutrofización ha traído la degradación y pérdida de biodiversidad a esta zona,
ya que se han producido alteraciones en la relaciones tróficas y flujos de
energía. En un primer momento se produjo la aparición masiva de medusas que
durante décadas hizo que el fitoplancton no se desarrollase a gran escala. En
la actualidad se ha producido un crecimiento excesivo de microalgas que ha
llevado a la desaparición de las praderas marinas y una reducción del oxígeno
disponible en el agua. También destaca la pérdida de una especie protegida como
el caballito de mar.
Otro
de los problemas con los que nos encontramos es la contaminación por metales
pesados, tanto en la zona emergida como en la sumergida, debido a los residuos
mineros procedentes de la sierra minera de Cartagena - La Unión. La actividad
minera viene desarrollándose en la zona desde tiempos remotos, los cartagineses
ya extraían minerales, fundamentalmente plata. Posteriormente continuó la
actividad minera, principalmente en galerías subterráneas, extrayendo galena,
blenda, pirita, casiterita entre otros minerales, aportándose sedimentos con
altas concentraciones de plomo y zinc a la laguna desde las ramblas.
En la actualidad se desarrollan
explotaciones a cielo abierto, dejando grandes agujeros de explotación y
enormes escombreras que suelen tener un talud de gran pendiente que dificulta
su regeneración por ser muy difícil poner una cubierta de tierra vegetal, con
lo cual estas áreas degradadas se suelen regenerar con herbáceas y caméfitos. Como
consecuencia de la actividad minera, la zona presenta una gran alteración morfológica que conlleva la
alteración de las cabeceras de las cuencas y los cursos de escorrentía
superficial.
Otra
de las actividades tradicionales de esta zona es la explotación de salinas que
favorecen la biodiversidad del ecosistema. El problema que se plantea es el
abandono de estas salinas en los últimos tiempos ya que estas no son rentables
económicamente.
Bibliografía
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Montaner, E. (1998) Proyecto de recuperación ambiental del Mar Menor del entorno. Papeles de Geografía 28: 165-172
Lucia S,. 2º Bachillerato IES ALPAJÉS
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